las camas eran un infierno, como si estuviera durmiendo en una roca, y la limpieza, ¡ni hablemos! además, esperaría un trato más personalizado, pero parece que aquí no importan los detalles. casi escribo una buena crítica, pero simplemente no pude, ¿una habitación cómoda sería mucho pedir?

Un refugio encantador en la montaña

El hotel está situado en un entorno tranquilo, ideal para explorar la Ruta del Cares. El dueño, Jorge, es muy amigable y siempre dispuesto a ayudar. Además, el desayuno fue delicioso y abundante, con productos locales frescos.

Sin embargo, las habitaciones pueden resultar un poco pequeñas y hay algo de ruido entre ellas. tuvimos problemas para comunicarnos con el propietario antes de nuestra llegada, lo que generó algo de confusión.

Desayuno magnífico y entorno agradable.

Ubicación tranquila, acceso práctico a la Ruta del Cares, parking útil en un lugar complicado para aparcar.

Habitaciones pequeñas y ruidosas!!! Las toallas demasiado viejas y la limpieza podría mejorar. Sería ideal que el propietario respondiera a las consultas y que las camas fueran más cómodas.

la ubicación es top, ideal pa explorar la ruta del cares! el lugar de realojo estuvo de lujo, todo super chill y cómodo. lo atendieron bien rápido, así q no tuvimos problemas. el ambiente es muy relajante y perfecto para desconectar. las vistas son brutales!

las toallas estaban viejas y la limpieza podría ser mejor.

Las camas eran incómodas, pero la ubicación es perfecta para explorar la Ruta del Cares.

nuestra experiencia inolvidable en la casa vieja en valdeón y cómo disfrutamos del bar cerca

A pesar de que tuvimos que ser realojados, la atención fue maravillosa y el lugar donde nos llevaron era genial. El ambiente era relajante y perfecto para desconectar. La conexión de wi-fi fue excelente, lo que nos permitió seguir en contacto.

Estuve en un lugar tranquilo para desconectar. Jorge fue muy atento y se ofreció a reservarnos para cenar en un restaurante cercano. Aunque hubo un pequeño lío con la cena, puedo decir que el ambiente ajardinado fue ideal para disfrutar de una sidra. Me agradó que tuviese parking, pues en la zona es complicado aparcar.

Las habitaciones son pequeñas y se escucha todo entre estancias. El desayuno podría tener más variedad, sólo ofrecen lo básico.

Ubicación tranquila, ideal para despejarse un rato. El dueño un bacán, siempre atento. Solo falta un toque en la limpieza y las camas un poco duras, pero todo bien en general.